CONFERENCIA “PASTORADA’09”
2 de Agosto 2009
Resumen del contenido de la conferencia (sin imágenes ni mapas)
Según mi
opinión, La Mudarra, era ya una entidad propia cuando su nombre
era Villamudarra allá por mediados del siglo XV. Había surgido
de la repoblación que tuvo lugar en las cabeceras y a la vera de
los escasos ríos de los Torozos. De su existencia por entonces
dan prueba algunos documentos que así lo atestiguan.
Como digo estas tierras, allá por el siglo XV pertenecían a
Medina de Rioseco y formaban parte de lo que se llamaba el Monte
de Medina, que junto al Monte de Peñaflor formaban una gran
extensión boscosa y de gran riqueza. Tanto era así que incluso
Valladolid quería aprovecharse de las riquezas que proporcionaba
el monte (Madera, leña y pastos).
La explotación
de los pastos del monte originó uno de los oficios más antiguos
de esta tierra, el de pastor. La larga permanencia a que les
obligaba la explotación del monte, originaría que se comenzaran
a construir primero refugios y más tarde casas de pastores que
primero estarían cerca de los corrales y después la unión de
casas y corrales en lugares estratégicos, cerca del arroyo, que
daría lugar a un asentamiento alejado del que siempre había
existido, el llamado “La Casa del Monte”.
Mi opinión es
que así habría nacido el embrión de lo que sería más adelante el
barrio de Villamudarra cuyos primeros habitantes serían
pastores. Luego llegarían cazadores, leñadores y más tarde los
agricultores.
Y como en el
monte también habría delincuentes Rioseco construiría el llamado
castillo que no era más que una construcción para defender a los
asalariados del monte.
Pasa algo
curioso. Con el foro, los pastores que explotaban el monte de
Medina se encuentran sin casi recursos que explotar y se ven
obligados a competir con ganaderos de Rioseco para explotar los
pastos del monte. Y como casi siempre ganan las subastas de las
mejores suertes, a algunos ganaderos de Rioseco no les gusta
mucho, y consienten e incluso alientan las intrusiones de sus
ganados a las suertes de los de La Mudarra.
Cuando La
Mudarra logra su independencia las cosas yo fueron iguales. Las
intrusiones continuaron pero los pleitos los resolvía Valladolid
y la razón se las daba a los que la tenían: los ganaderos de La
Mudarra, y al poco tiempo se acabaron las intrusiones.
Resumiendo,
podemos asegurar
-
Que el
origen de La Mudarra tiene mucho que ver con su situación en
la orilla de un rico monte en función del aprovechamiento de
sus pastos.
-
Que sus
primeros habitantes permanentes serían mayoritariamente
pastores.
-
Que el
agrupamiento familiar en torno a los pastores y sus corrales
daría lugar a un nuevo y permanente asentamiento humano en
estas tierras que daría lugar a lo que se llamó
Villamudarra.
-
Que esta primera entidad
poblacional se volvería estable cuando ya se nombran
capellanes para su ermita allá por comienzos del siglo XVII.
En un documento de 1654 se hace mención al nombramiento de
un capellán para Villamudarra. Este documento viene además a
demostrar que ya por entonces el núcleo del pueblo estaba ya
asentado en su nueva ubicación alejada de la Casa del Monte
que había sido hasta entonces el único núcleo con capilla y
oficios religiosos.
2ª
PARTE: CAÑADAS Y TRASHUMANCIA
Hasta que el
pueblo consigue su independencia los rebaños circulaban
libremente por las cañadas del pueblo sin que Rioseco pusiera
ningún impedimento, pero con la nueva situación las cosas
cambian. Se exige a los rebaños de merinas que tengan especial
cuidado para cruzar por el término y además les pone
dificultades para utilizar la cañada de Peñaflor a Villalba
(desde la fuente de Huchmayor hasta las fuentes de Villalba).
Los ganaderos
protestan ante las autoridades provinciales que exigen primero y
solicitan después información sobre el uso de esa vía. Y todo
esto ocurre por la dejadez de Rioseco con todo lo que sucedía en
su barrio. Al no haberse preocupado de la declaración de esta
vía como cañada, cuando se busca documentación que lo acredite
no se encuentra y por eso La Mudarra puede declararla como vía
particular y solicitar un canon por el paso de ganados.
Y para refrendar
la propiedad de los caminos, desde ese año se instauran los “días
de prestación personal” que consistían en que todos los
vecinos debían colaborar gratis unos ciertos días en el arreglo
de los caminos del pueblo con su esfuerzo personal y sus
caballerías cuando el Ayuntamiento así lo acordara y el primer
año lo que arregla es el camino de Toro.
El tema no queda
ahí. Como se presiona mucho al pueblo por parte de las
autoridades provinciales el pueblo tiene que defenderse de forma
legal y para ello se ampara en la falta de documentación y
además aporta una nueva prueba: el acta de deslinde de los
términos de Medina de Rioseco y Peñaflor de 1816, donde no
aparece ninguna especificación ni se habla de veredas de ganados
en los caminos de Toro y Villalba.
Cuando las
autoridades provinciales no consiguen nada intervienen las
nacionales. En diciembre de 1963 la Dirección General de
Ganadería del Reino solicita que se informe porqué se quiere
cobrar por el paso de ganados. Pero nada, se le contesta lo
habitual.
Como esta medida
está creando un peligroso precedente, en 1868 el Gobernador
Civil ordena que hasta que se resuelva el conflicto se deje
pasar a los ganados. Pero el pueblo no cede. Se va en comisión a
Valladolid con los papeles que se tiene para demostrar que el
camino es privado. Entonces envía a un visitador de cañadas para
que investigue lo que dice el pueblo. El visitador examina los
documentos, habla con los vecinos más ancianos y comprueba que
las razones de los vecinos son ciertas. El tema desde entonces
se termina y el pueblo puede seguir cobrando el paso. Estamos en
1869.
Y en un pueblo
pobre y escaso de recursos, estos ingresos le son vitales. Se
utilizaron principalmente para cumplir el compromiso de pago del
libramiento del Foro y formaron parte de los presupuestos
municipales. Llegaron en algunos años a representar un tercio
del presupuesto municipal
Cuando se
aprueba la construcción del nuevo ayuntamiento escuelas y casa
del maestro, en junio de 1873, y entre las partidas económicas
para la obra figura un total de 1.020 reales del paso de ganados
por el término. Las cuotas establecidas para los rebaños eran
más o menos fijas. Cuando no había otros recursos se establecían
recargos sobre las cuotas aprobadas. Desconozco, hoy en día,
hasta cuando se cobró ese impuesto especial.
Trashumancia
en La Mudarra
De la existencia
de cañadas, veredas y cordeles para ganado también hemos hecho
mención.
Si la Cañada
Real Leonesa dejaba a un lado al pueblo, el ramal de Peñaflor a
Villalba cruzaba el pueblo y se asentaba en la era de que hoy
ocupan las escuelas. Y el de Rioseco a Valladolid cruzaban por
la llamada cañada y se asentaba entre los paradores y “El
Talgo”.
Los rebaños
llegaban lentamente por el Camino de Carreteras o por la cañada
de la carretera general, con paso lento, ruido característicos
de cencerros y balidos, perros de paso cansino y pastores con
montura y morral. Si venían de Humayor el paso era más rápido.
Ese camino no era cañada y los pastores, que ya pagaban por el
paso, debían de cuidar que sus rebaños no invadieran las tierras
porque tendrían que pagar además los daños. Los pastores sacaban
sus cachivaches y montaban su campamento. La chiquillería
observándolo todo. Por ellos, los pastores hacían el pregón de
vender algún lechazo o simplemente leche de la que sacaban de
las cabras o de alguna oveja, porque la mayoría estaban
amamantando a sus crías. Hasta allí se desplazaban las mujeres y
regateaban con los pastores o simplemente les ofrecían víveres o
vino como intercambio. De madrugada recogían sus bártulos,
arreaban al rebaño y se alejaban tan lentamente como habían
llegado.
3ª
PARTE: OFICIO DE PASTOR
La Mudarra
siempre fue tierra de pastoreo. Uno de los mayores ingresos que
Medina de Rioseco llegó a tener fue el obtenido por el arriendo
de sus montes para el pastoreo en Torozos y en Villamudarra.
Cuando La Mudarra tuvo que afrontar el pago del foro con Medina
de Rioseco después de 1856, la mayor parte del mismo provenía
del arriendo de sus pastos o del paso de ganados por su término.
En los antiguos
censos de ocupación la proporción de pastores, frente a
jornaleros era muy alta, lo que da una idea de la importancia
que para la economía local significaban este ganado. No dispongo
de datos de cuando ha habido más ovejas en el pueblo, solo decir
que allá por los años 70 se llegaron a contabilizar hasta 12
rebaños de ovejas. Algunos de los propietarios más pudientes
tenían entonces hasta dos rebaños.
Algunas familias
salían adelante con lo que les producía unas pocas ovejas.
Leche, queso, suero, lana y carne eran suficientes para
subsistir. No se desperdiciaba nada, pues si una se malograba,
se la vendía o se comía. Y si hay pastos, los gastos no son
excesivos. Soltarlas por la mañana y por la tarde a cargo de
algún zagal de la casa con un perro listo y ya está.
Pero lo normal
es que los grandes propietarios dispusieran de uno o más
medianos o grandes rebaños a cargo de pastores asalariados que
conocían desde siempre el oficio y sus apaños para contentar al
dueño. Todos se conocían y sabían quien era buen amo y quien era
buen pastor. Por el siglo XIX, cuando los pastores escaseaban en
el pueblo, algunos malos amos intentaron contratar a zagales en
pésimas condiciones y estos se negaron. Recurrieron entonces a
pastores de Peñaflor o Villalba. En muchas ocasiones acertaron
pero en otras ocasiones acabaron en el juzgado.
Las ovejas del
pueblo eran de raza castellana y alguna churra. Pesaban unos 60
a 70 kilos y eran de estatura grande. Comían lo que se
encontraba en el término: hierbas trigueras, mielgas, cardos y
espinos, hojas de árboles y majuelos, grama, paja, etc. Cuando
no se podía “soltar” por el mal tiempo, se las alimentaba con
paja y leguminosas sobre todo yeros, si se disponía de ellos
claro. Los grandes propietarios se podían permitir el arriendo
de algún pago, pero la mayoría se había de conformar de lo poco
que salía en el campo, las eras, los barbechos o los caminos.
Los propietarios
grandes construyeron algunos chozos, de los cuales alguno hoy se
conserva, con un cercado de piedra para guardar el ganado en
buenos tiempos. Más adelante las teleras sustituyeron a las
piedras y su facilidad de montaje permitía su cambio de lugar en
la parcela para aprovechar el abono de la oveja, “el jirle”.
Esta manera de fertilizar el campo tenía la ventaja de que
además se economiza en el transporte de abonos. Sobre el
rendimiento de este abono, se decía que una oveja en una noche
podía fertilizar un metro cuadrado.
Los pagos de
pasto eran sorteados anualmente entre los dueños de los rebaños.
Alguna vez coincidían las mismas suertes del año anterior, pero
normalmente la suerte se repartía, por eso no había muchas
quejas por suerte en el sorteo. Las mejores suertes estaban en
el Horcón, las Corralizas, Pasteliños y la Boquilla y las peores
en las Canteras, la Legua, la Nava de Santa María y la Senda de
las Palomas. Lo mejor era pastar en Patacaballo que era pasto
comuniego y de libre acceso. En el morral del pastor, pan,
torreznos y agua. Y para el perro ya se vería. Y hablando
de los perros, siempre se dijo que perros buenos aquellos de
vienen de padres buenos.
Como en las suertes el agua para abrevar a los
ganados no podía faltar, y como los arroyos estaban lejos en
algunas de ellas, en el año 1887 se aprueba la construcción de
los primeros tres pozos en el término: Uno en el Teso del
Accidente, en un terreno común; el segundo en La Senda de
Navillas en un terreno que cede Julián Conde, y el tercero en
las Contiendas en un terreno que cede José Nágera.
Ninguna suerte quedó sin su pozo. Si hacemos un
recuento encontramos pozos en los siguientes pagos: Jeriz, Tío
Javier, Senda de la Matilla, Pozo del Milagro. Senda de las
Palomas, la Legua, carretera de Castomonte y Senda de Viña y en
la Senda de los Guardas.
El oficio de
pastor comenzaba al alba. Se ordeñaba a las ovejas ortuñas del
rebaño, o a las cancinas, dos veces, una primera vuelta y luego
otra de repaso. Luego se las soltaba al pago asignado y por la
tarde regreso y de nuevo ordeño. En verano se soltaba a media
tarde, se dormía en la telera y se regresaba a casa sobre las
diez de la mañana. En total cada oveja producía una media que no
llegaba a los ¾ de litro de leche diarios. La duración del
ordeño dependía de la oveja y de la habilidad del pastor, pero
para un rebaño de 200 ovejas solía emplearse un total de caso
dos horas.
Con el cuajo se
fabricaba el queso que se consumía en el pueblo y el sobrante se
vendía a vendedores de fuera o a Vicente Valverde. Además de la
leche o carne las ovejas también producían lana.
Cuando llegaba
el buen tiempo se esquilaba a las ovejas. El esquileo se hacía a
mano, con tijera y era cargo del propio pastor con más o menos
habilidad o de un esquilador más profesional que solía haber en
cada pueblo. Cuando llegaron las máquinas de esquileo se
facilitó mucho la labor. Cada oveja podía llegar a producir un
kilo y medio de media en lana al año que antiguamente se
valoraba mucho. Con el tiempo ha ido perdiendo valor, y hoy en
día incluso se regala la lana a cambio del esquileo.
Se ajustaba el
sueldo al pastor y además se le concedía siete u ocho ovejas
para su consumo particular de leche y carne. Si alguna vez se
precisaba, se cogía algún lechazo del rebaño y luego se
descontaba de los propios. También se les daba una media
hectárea de terreno para cultivar garbanzos, muelas u otras
legumbres, pero como muchas veces no tenían tiempo para el
cultivo, el amo se lo llevaba como propio y luego le pagaba su
rendimiento. Para esto cada amo y cada pastor eran diferentes
pero siempre llegaban a un acuerdo.
Los amos solían
estar atentos a que no faltara ningún lechazo y llevaban bien
anotadas las cuentas, pero no siempre todos sabían lo que
tenían. Algún pastor llegó a coger algún lechazo no contado,
pero si lo hizo puede asegurarse que fue por necesidad y no por
hacer mal ni robar al amo.
Cuando alguna
res se malograba o moría se daba cuenta al amo, que disponía su
destino, y no pasaba nada. Pero en alguna ocasión algún pastor
quiso abusar.
Cada oveja tenía
normalmente una cría anual. A la cría se la llama lechazo por
alimentarse exclusivamente de leche, los lechazos se convertían
en corderas, posteriormente cancinas y por último borregas. Se
dice en textos, que una res se convierte en oveja a los tres
años cuando tiene la dentadura prácticamente cerrada o completa,
porque como a otros animales se les puede conocer la edad por su
dentadura.
Otra cosa que
estaba regulada era el acceso a las tierras de cultivo en época
de recolección. Mientras el carro que llevaba el bálago estaba
en la tierra, no entraba ningún rebaño, solo las espigadoras
detrás de él. Cuando se iba, sobre las diez, salían las
espigadoras y entraban las ovejas.
En los pueblos
se va perdiendo el soniquete de las tardes cuando los rebaños
venían a recogerse. Los vecinos sabían incluso de que rebaño se
trataba por el sonido de sus esquilas. Cuando pregunté que como
se elegía la oveja que tenía que llevar esquila se me dijo que
normalmente se ponía a aquellas que iban las primeras y además
eran tranquilas. Claudio Collazos decía que según se comportara
el rebaño podía predecirse que tiempo iba a hacer. Si el rebaño
pastaba tranquilo y sonaban poco las esquilas era síntoma de
buen tiempo, si el rebaño estaba inquieto y ruidosos el tiempo
iba a empeorar.
PASTORES EN LA MUDARRA
En el censo
electoral de 1892 aparecen los vecinos y sus
ocupaciones. Los 9 que aparecen como pastores en el
censo (de un total de 97) son:
Nº |
Apellidos y Nombre |
Edad |
Profesión
|
Domicilio
|
1 |
Camarero Encinas, Pedro |
64 |
Pastor |
Almirante |
2 |
Collazos Fernández, Andrés |
42 |
Pastor |
Ancha |
3 |
Duque Paunero, Pedro |
34 |
Pastor |
Fuente |
4 |
Fernández Cebrián, Juan |
72 |
Pastor |
Fuente
|
5 |
Fernández Pintado, Manuel |
42 |
Pastor |
Jardines |
6 |
García Pintado, Félix
|
37 |
Pastor |
Jardines |
7 |
Pajares González, José |
52 |
Pastor |
Eras |
8 |
Platón Mozo, Genaro |
50 |
Pastor |
Fuente |
9 |
Rivas y Rivas, Manuel |
37 |
Pastor |
Almirante |
En
el censo electoral de 1900 aparecen solamente 7
(de un total de 95)
Nº |
Apellidos y Nombre |
Edad |
Profesión
|
Domicilio
|
1 |
Collazos Fernández, Andrés |
50 |
Pastor |
Barrionuevo |
2 |
Duque Paunero, Pedro |
42 |
Pastor |
Jardines |
3 |
Fernández Cebrián, Juan |
80 |
Pastor |
Fuente |
4 |
Fernández Pintado, Manuel |
50 |
Pastor |
Jardines |
5 |
García Pintado, Félix |
45 |
Pastor |
Jardines |
6 |
Lombardero Díaz, José |
59 |
Pastor |
Real |
7 |
Rivas y Rivas, Manuel |
45 |
Pastor |
Almirante |
En el censo electoral de 1908 aparecen
4 (de un total de 105)
Nº |
Apellidos y
Nombre |
Edad |
Profesión
|
Domicilio
|
1 |
Camarero Riñón, Blas |
66 |
Pastor
|
Molino, 3
|
2 |
Colías Rodríguez, Cándido |
26 |
Pastor
|
Jardines, 7
|
3 |
Fernández Pintado, Manuel |
49 |
Pastor
|
Jardines, 8
|
4 |
Lara Riñón, Eusebio |
26 |
Pastor
|
Barrionuevo, 5
|
En
el censo electoral de 1925 aparecen 6 (de un total
de120).
Nº |
Apellidos y
Nombre |
Edad |
Profesión
|
Domicilio
|
1 |
Colías Rodríguez, Cándido |
41 |
Pastor
|
Molino, 5
|
2 |
Duque García, Braulio |
24 |
Pastor
|
Jardines, 2
|
3 |
Fernández Cimas, Gumersindo |
48 |
Pastor
|
Almirante, 6
|
4 |
Pérez Fraile, Baldomero |
52 |
Pastor
|
B. Nuevo, 2
|
5 |
Rodríguez Rico, Mariano |
36 |
Pastor
|
Parra, 10
|
6 |
Valverde Vaquero, Ramón |
24 |
Pastor
|
Ancha, 6
|
En
el censo electoral de 1946 aparecen 6 (de 284
electores).
Nº |
Apellidos y Nombre |
Edad |
E. C.
|
In.
|
Domicilio
|
Profesión |
1 |
Bratos Galindo, Anselmo |
29 |
C. |
Sí |
Jardines |
Pastor |
2 |
Bratos Pérez, Fortunato |
55 |
V. |
No |
Eras |
Pastor |
3 |
Collazos Sánchez, Eleuterio |
58 |
C. |
No |
Molino |
Pastor |
4 |
Duque García, Moisés |
42 |
C. |
Si |
Jardines |
Pastor |
5 |
López Ortega, Pedro |
54 |
C. |
Si |
Jardines |
Esquilador
|
6 |
Pastor Pastor, Melquíades |
43 |
C. |
Si |
Barrio Nuevo |
Pastor |
En
los posteriores censos no hay indicación de profesiones. Aquí
otros pastores
Otros pastores desde 1950
Nº |
Apellidos y Nombre |
1 |
Aguado Pérez,
Celestino |
2 |
Bratos,
Belcario |
3 |
Campo Lobato,
José del |
4 |
Castro
Ferarios, Isidoro de |
5 |
Collazos
Martín, Claudio |
6 |
Conde
Temprano, Francisco “Motano” |
7 |
Delgado,
Saturnino |
8 |
Duque,
Ulpiano |
9 |
García
Carrasco, Ciriaco |
10 |
González
Escribano, Ángel |
11 |
González
Escribano, Fidel |
12 |
Guerra, Ángel |
13 |
Gutiérrez,
Felicísimo |
14 |
Mato
Collazos, Severino |
15 |
Marcos, Ángel
|
16 |
Martín,
Emiliano |
17 |
Martín
Martín, Dióscoro |
18 |
Pajares,
Aquilino “Quili” |
19 |
Rodríguez,
Mariano |
20 |
Rojo
Espinilla, Bernardino |
21 |
Rojo Méndez,
José María |
22 |
Rojo Méndez,
Luis |
23 |
Vaquero
Rodríguez, Alberto |
|